Me marché sin saber
si le volveré a ver,
sin pedirle las señas
porque sé
que al final lo de ayer
sólo ocurre una vez
y que a vece te empeñas
Y creer que dar la vida
es la mejor de las rutinas,
y también,
que puede ser él
el que alegre cada día
dando luz a cada esquina,
y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer,
he aprendido a lamerme las heridas
a poner el mundo bajo mis pies.
Levantarme y correr
cada vez que una herida me lastima
sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo
yo que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo
yo puedo volar, vivir en libertad.
Nos volvimos a ver
unos años después,
el destino lo quiso
y así fue.
Debería volver
a marcharme otra vez
pero a veces te empeñas
en creer que es el destino
el mejor de los caminos
y también
que puede ser él,
el que alegre cada día
dando luz a cada esquina,
y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer,
he aprendido a lamerme las heridas
a poner el mundo bajo mis pies.
Levantarme y correr
cada vez que una herida me lastima
sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo
yo que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo
yo puedo volar, vivir en libertad.
Yo quiero, yo puedo
yo que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo
yo que he aprendido a respirar del cielo.
Yo quiero, yo puedo
yo puedo volar, vivir en libertad.
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